PENSARES
LOS JUICIOS Y LOS JUZGAMIENTOS
Vivir sin estar pensando en qué dirán los demás sobre mis acciones, mis decisiones o mi cuerpo ha sido un gran alivio para mi vida y me ha traído mucha paz mental. Cuando comencé a darle vueltas a este pensar, había una parte de mi que decía -bueno pero si no hay juicios o si a las personas no les importa lo que digan los demás, entonces podrán robar o dañar a otras personas con más facilidad-. Y si sería muy factible para alguien que no le importe dañar a alguien más, porque no va por el camino de juzgarte a ti misma, va más por el camino de ser consciente de que tus acciones pueden perjudicar a alguien más.
Entonces al separar ésta parte que me dejaba dudas sobre los juicios, se me hizo mucho más fácil desprenderme del "qué dirán" y ¡wow!, qué diferencia, qué libertad, ¡¡cuánto amor propio!!.
Los juicios y los juzgamientos son como un incendio que nos quema, nos destruye. Los juicios lastiman y merman la autenticidad, la creatividad, la libertad y la autoestima o el amor propio de las personas. Al centrarte en ti misma dejas de emitir juicios sobre los demás. El mundo es un lugar libre.
Yo creo que muchas veces hice cosas y deje de hacer otras por los juicios, por ejemplo, estuve mucho tiempo en el dilema de depilarme o no depilarme; desde que cumplí 13 años, recuerdo que una niña con la que compartía transporte se burló de los vellitos de mis piernas y a partir de ahí comenzó la rutina de depilarme. Recuerdo que pensaba que la depilación era para mujeres bonitas, heterosexuales, las que tenían novio o las que tenían amor propio y se cuidaban o eran limpias con su cuerpo. Y de hecho hasta hace muy poco decidí dejar de hacerlo, mi amor propio me impulsó a cuidar mi cuerpo como yo lo considere mejor y a quien no le guste es libre de seguir adelante su camino.
Y así como ese ejemplo tengo miles de ejemplos más en mi vida, pero al ser consciente, comienzo a preguntarme ¿por qué y para quién o para qué hago las cosas?, ¿mis acciones afectan negativamente a alguien más?. Y claro, esto a su vez me ha ayudado infinitamente a dejar de emitir juicios sobre las demás personas, porque debo confesar que también me costó trabajo al inicio. Al hacerme las preguntas antes citadas, también comencé a observarme cuando mi cerebro emitía opiniones sobre las acciones de los demás y entonces fue un ejercicio constante el detener esos pensamientos y el cambiarlos por otros, tomando en cuenta que el mundo es libre y que todas las personas tenemos una individualidad, un contexto y una perspectiva distinta que nos hace vivir de la manera en que vivimos.
Así que termino este post con un consejo: cuida lo que dices frente a las demás personas y también cuida lo que piensas de ti. Tus palabras pueden herir o influir negativamente en las decisiones de otras personas, puedes lastimar su autoestima. Y también al pensar cosas negativas de ti o dejar de hacer cosas que serían positivas para ti y que no afectarían en negativo a nadie estás mermando tu capacidad, tu consciencia, tu felicidad y tu libertad. Cuida lo que consumes, cuida tus relaciones y cuida tus pensamientos.
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